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lunes, 25 de marzo de 2013

Tecnicas Aiki

Ai y ki tienen muchos significados en japones: unificacion  con energia union con la energia del universo.Y este concepto se le puede aplicar al mundo fisico- material en acciones defensivas.

Las tecnicas aiki son tecnicas que utilzan la circularidad y la absorcion de  energia de las agresiones para redirigir y ejecutar una tecnica de defensa.
Estas tecnicas no son exclusivas de las artes marciales japonesas y estan presentes en los diferentes estilos y artes que existen en lo largo y ancho de este mundo.





 

El aikido es uno de esos estilos.La circularidad es un recurso contra oponentes de mas envergadura o de ataques mas devastadores.
El Aiki con circularidad nos sirve para poder derrotar a otro oponente sin tener necesariamente la misma fuerza o superior. 
Pudiendo adaptarse y direccionar ejecutando la tecnica que mejor convenga segun el tipo de agresion.










Desde un punto cero y con un simple desplazamiento en 8 direcciones podemos realizar tecnicas de desequilibrio posicionando nuestros cuerpos en conjunto con nuestras extremidades superiores e inferiores y haciendo que el oponente no pueda llegar a golpearnos creandole la sensacion de un vacio en sus acciones que frustran sus movimientos.



En aikido estas tecnicas aiki o de circularidad son mas enfatizadas ya que por la filosifica  practica de la no-resistencia y no agresión las usamos para unirnos a   nuestro oponente que acabara  s inmovilizado y luxado solo hasta el punto de no dejarle seguir con sus intenciones de acabar con nosotros.









FELIZ PRACTICA

jueves, 14 de febrero de 2013

MOKUSO ( AMPLIADO)


Mokuso








Mokuso
, pronunciado "moh-kso" (黙想), es un término japonés para meditación que viene a significar algo así cómo "mirar en silencio hacia el corazón" aunque también se le atribuye la traducción de "reflexión tranquila". Es el concepto de un estado que se alcanza mediante el entrenamiento mental, unido a la relajación y respiración que, combinados con la postura adecuada, nos permiten regresar al estado mental de un recién nacido carente de miedo, sin conocimiento de lo que es el estrés, el dolor, la duda, etc. Nos capacita para dejar la mente en blanco y concentrarnos para poder afrontar diferentes situaciones sin que emociones o dudas restrinjan nuestros movimientos. Es parte del entrenamiento del mushin, que proviene del budismo zen.







¿En qué consiste mokuso?



El mokuso es un entrenamiento mental. Se trata de alcanzar un estado de consciencia superior en el que los problemas del día a día, las tensiones del trabajo o los temas personales queden fuera del tatami.

Cuando hacemos randori, cuando luchamos en un campeonato o simplemente cuando nos enfrentamos a un agresor nos defendemos y contraatacamos concentrándonos en las técnicas que conocemos. Ponemos nuestra mente en realizar los movimientos y ejecutarlos lo mejor que podemos pero limitamos la mente a dicho movimiento. Si un luchador experimentado vacía su mente de emociones o pensamientos que le distraigan llega un momento en que puede realizar los movimientos y técnicas de forma automática y natural. Estar tensos y bajo el yugo de emociones nos hace desperdiciar energía y velocidad, fijarnos en cosas que no son importantes y desatender aspectos del combate que pueden ser decisivos.

Con la mente en blanco, concentrada en la lucha o entrenamiento, un luchador no está sometido a nada, Puede reaccionar y actuar de forma más intuitiva a la hora de entrar en el tatami o de enfrentarse a un oponente.




¿Cuándo realizar mokuso?

Se define la meditación como una actividad pasiva perfecta para los seres humanos. Al igual que la práctica de un arte marcial nos permite entrenar activamente el cuerpo y la mente, el mokuso nos permite entrenar la mente para controlar mejor nuestro cuerpo.

El momento ideal para hacerlo es antes y después de la clase:

  • Antes de clase es beneficioso realizarlo para dejar los problemas fuera y concentrarnos en el inmediato entrenamiento vaciando la mente de emociones. Nos relajamos y nos centramos en la actividad que vamos experimentar para disfrutarla lo más posible.
  • Después de la clase el mokuso nos permite hacer una pausa para relajarnos, descansar y reordenar nuestros pensamientos para volver a casa. Debemos reflexionar sobre lo que hemos aprendido y limpiar de pensamientos la mente. La relajación elimina el estrés y nos hace ver las cosas de otra manera. La satisfacción física y mental es óptima tras salir del tatami.

¿Cómo realizar mokuso?

A la hora de practicar mokuso se combinan la postura corporal, la respiración y la concentración.



La Postura
 

Podemos realizar mokuso sentados en una silla o incluso tumbados en el suelo (Ouchaku zazen). Sin embargo, la postura corporal óptima para realizar mokuso parte de seiza. Adoptaremos una postura cómoda, con los empeines pegados al suelo y la columna totalmente recta. Debemos estirar la espalda como si quisiéramos tocar el techo con la cabeza, retraer la barbilla ligeramente hacia atrás y hacia el pecho y dejar los hombros muy relajados. Si la postura aún es incómoda podemos sentarnos con las piernas cruzadas pero la columna debe estar completamente recta.

El dorso de la mano izquierda debe descansar sobre la palma de la mano derecha. Ambos dedos pulgares deben hacer contacto en la punta formando una especie de ojo o cavidad frente al hara (bajo abdomen), como si fueran una prolongación uno del otro. Otra variante de las manos es colocarlas sobre los muslos en seiza con los dedos pegados y apuntando hacia dentro. Debemos cerrar los ojos o entornar los párpados con la mirada baja.



La mano izquierda simboliza el mundo espiritual mientras la derecha simboliza lo real y mundano.


La Respiración

La respiración es la clave para realizar mokuso correctamente. Debe partir del abdomen y trabajando con el diafragma. Ha de realizarse en ciclos lentos y pausados.



La inspiración se realiza con la nariz manteniendo la boca cerrada. Ha de ser lenta, relativamente larga y profunda pero no forzada. Hay que tratar de realizarla de forma natural y automática. Justo antes de llenar los pulmones, retenemos el aire un instante y lo soltamos.
La exhalación debe realizarse con la boca ligeramente abierta. Ha de ser profunda, sin forzarla, y tratando de no soltar todo el aire que tenemos dentro para proceder con el siguiente ciclo de respiración.

Hemos de concentrarnos en todo momento en el movimiento del abdomen hasta que lo hagamos instintivamente. Controlando la respiración reducimos nuestro ritmo cardiaco y el estrés, las pulsaciones bajan y nos relajamos física y mentalmente.

La Concentración

Por último, centramos la atención en la mente. Hay que tratar de dejar la mente en blanco y alcanzar un estado mental sereno. Sin embargo, dejar de pensar es algo fácil de decir pero no tanto de hacer. Lo ideal es que nos centremos en la postura y la respiración para que la mente se concentre y nos lleguen la menor cantidad de pensamientos posibles. Los pensamientos que sigan llegando serán obviados hasta dónde sea posible, sin obsesionarnos con su significado. Todo el proceso se hará con los ojos cerrados o entornados para evitar estímulos externos y percibir mejor las sensaciones interiores de nuestro cuerpo y respiración. 
La inmovilidad del cuerpo ayudará a retener la mente. El Zen utiliza la metáfora de un mono atado a un pilar para representar este fenómeno; el mono representa a la excitación (mente) que queda paralizada al sujetarla al pilar (cuerpo).
A la hora de realizar mokuso, es imprescindible establecer una rutina basada en una dedicación real a la meditación. No se deben esperar resultados inmediatos pero tras aproximadamente un mes de practica -de 15 a 30 minutos al día- notaremos una gran diferencia.

Si la práctica es correcta, la energía positiva y la sensación de bienestar interior se convertirán en una parte indispensable de nuestro día a día. No es necesario ser un experto practicante de artes marciales para meditar. Con práctica, cualquiera puede hacerlo pero sin dedicación, nadie podrá.

lunes, 11 de febrero de 2013

Mokuso (Meditacion pre y post practica)

Mokuso (Meditacion pre y post practica)

MOKUSO (Concentración)Mokuso permite el control de la mente a través de una respiración profunda.
La respiración debe realizarse por la nariz, manteniendo el aire en los pulmones unos instantes y presionando hacia abajo el diafragma. A continuación se expulsa por la nariz o por la boca según el estado en que nos encontremos.
Mediante el control de la respiración, el ritmo cardíaco se hace más lento, bajando el ritmo de pulsaciones por minuto, por eso Mokuso debe de practicarse siempre al principio y al final de un entrenamiento.
Al comienzo del entrenamiento, lo realizamos para controlar los pensamientos de la jornada conduciendo nuestra mente hacia la actividad que vamos a desarrollar. Al finalizar el entrenamiento lo realizamos para calmar nuestro cuerpo y espíritu y prepararnos para el descanso.

lunes, 11 de junio de 2012

O SENSEI DECIA...

jueves, 16 de febrero de 2012

¿Sabes que es el bushido o el camino del guerrero?

El Bushido es el código de honor japonés por medio del cual vivía el samurai. Literalmente significa “el camino del guerrero”. Muchos tienen una percepción equivocada del Bushido y lo consideran un sistema Darwineano relacionado con “la supervivencia del más apto”; otros creen que es una mera excusa cuando llega el momento de implicar justicia por mano propia. En realidad no es ninguno de ambos, más bien se asemeja bastante con la “caballerosidad” y el respeto por todo ser viviente ya sea este un conocido o un extraño.
El Bushido se basa en las denominadas “siete virtudes”. Estas virtudes incluyen:
Si bien estos valores se fueron perdiendo con el tiempo en y con la diversidad cultural, existen países y también personas que se rigen por el camino del guerrero en su vida cotidiana. Con el tiempo cambiaron algunas de las perspectivas en cuanto a lo que rige el área de la Justicia (por mano propia y sin depender de las autoridades muchas veces consideradas corruptas). Hoy día existen diversas formas de Justicia y bien sabemos que varía según la persona, pero es mi deseo que lleguemos a una verdad absoluta entre todos (sus comentarios están más que bienvenidos y pueden dejarlos al final de la página). Se conoce este concepto actualmente como Bushido Moderno.
Un ejemplo del Bushido Moderno varía desde ofrecerle el asiento a un anciano en el colectivo, hasta esperar que una señora entre seguramente a su auto en una calle oscura antes de entrar nosotros en nuestra casa. Ejemplos existen millones y me gustaría dedicar este blog a mencionar aquellos que nos tocan vivir a nosotros.
Así que espero que hayan podido comprender aunque de manera básica la escencia del Bushido. Ire explicando con mayor profundidad cada una de las siete virtudes en mis próximos posts, así que no dejen de visitar la página.
Es mi intención que podamos todos aplicar este conocimiento en nuestro día a día. Para mayor información del Bushido, pueden visitar este link.

miércoles, 15 de febrero de 2012

¿ Sabes que es el budo?



 
¿QUÉ ES EL BUDO?
Contrariamente a una idea bastante extendida en el ámbito de las
artes marciales, el budo no es una reanudación directa de la práctica
guerrera en las artes marciales, sino una noción moderna encaminada
a una formación global del hombre, intelectual y física, a través de las
disciplinas tradicionales del combate. Como hemos visto, se trata de
una práctica tradicional efectuada con un esquema corporal moderno
que es cuestionado.
En Japón, el término «budo» se utiliza de forma bastante confusa,
es un término general que abarca el conjunto de las disciplinas marciales.
Al mismo tiempo, en ninguna disciplina se puede decir que un
principiante practica budo, ya que ello implica un cierto modo de
practicarlo. Cuando se habla del espíritu de la práctica del kendo, del
judo o del kárate, a menudo se emplea la expresión «en tanto que».
Por ejemplo, el kendo (o el judo o el kárate) en tanto que deporte de
competición, o el kendo (o el judo o el kárate) en tanto que budo.
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LA TRANSMISIÓN DEL BUDO
POR LOS JAPONESES
Empecemos por las dificultades o los problemas explícitos e implícitos
que encuentran los maestros japoneses de artes marciales cuando
intentan transmitir el budo a extranjeros que desean construir su práctica.
Para los maestros japoneses, una de las mayores dificultades es la
comunicación de las técnicas corporales del budo asociadas a los
aspectos espirituales. En efecto, si de verdad desean ser comprendidos,
deben relativizar su concepción de la vida respecto a la de los occidentales,
lo cual les conduce a un cierto cuestionamiento de su propio
concepto del mundo. Esta empresa no es fácil.
Para avanzar en la práctica del budo, se necesita concentración,
voluntad, convicción e incluso un espíritu inflexible con el fin de perseverar
durante los años de entrenamiento. La voluntad necesaria para
los entrenamientos duros y prolongados no es necesariamente compatible
con el esfuerzo de una reflexión teórica y lógica en profundidad.
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EL PROBLEMA DEL BUDO PARA
LOS PRACTICANTES
EXTRANJEROS
¿Cuáles son los problemas que encuentran más a menudo los practicantes
extranjeros, en particular los occidentales?
Para los japoneses, el camino es algo que atañe a todo el curso de
la vida. La noción de budo comporta un esfuerzo hacia la mejora de
uno mismo, es decir, de la persona en su totalidad, a través de la práctica
marcial. Esta expresión es comprensible para los occidentales,
pero éstos no le dan el mismo sentido que los japoneses.
La manera de elevar la calidad humana mediante la práctica del
budo procede, como hemos visto, de las concepciones budista y sintoísta.
Los hombres pueden alcanzar el estado de Buda, un estado divino, y
se pueden confundir con el dios de un santuario. Podemos citar, por
ejemplo, el santuario de Hayashizaki-Jinja, donde el fundador de la
escuela Iai, Hayashinzaki Jinsuke-Shigenobu, es venerado como un dios.
Existe un gran número de santuarios en los que una persona es venerada
como un dios. Este pensamiento presupone que un hombre, median-
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UNA CLAVE PARA EL BUDO
El pensamiento del camino aparece espontáneamente cuando el
esfuerzo hacia la formación de uno mismo se asocia a la práctica del
arte marcial en una progresión a lo largo del tiempo. Dicho de otro
modo, mientras este esfuerzo no aparece, una práctica no puede comportar
el pensamiento de camino y, por consiguiente, no constituye
budo.
En el sentido estricto de la palabra, el budo no designa una disciplina
particular, sino la cualidad y el contenido de la forma de practicar
una disciplina marcial. Así pues, por el hecho de practicar en serio
el kendo, el aikido, el kárate-do, el arte de los bastones (jodo) y el tiro
al arco (kyudo), es decir, las disciplinas que llevan el sufijo «do», no se
practica el budo. Cuando la práctica de una técnica corporal implica
espontáneamente un esfuerzo hacia la autoformación de la persona en
su totalidad, la del camino, entonces se convierte en budo. En ese
momento la práctica empieza a confundirse «por medio de la técnica»
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EL KI EN LA CULTURA
JAPONESA
En la lengua japonesa muchas expresiones contienen la palabra
«ki» y otras la presuponen. Personalmente, me he visto confrontado a
esta cuestión cuando he traducido el texto de Miyamoto Musashi, El
libro de los cinco anillos – Gorin no sho.1
En este texto Musashi utiliza muchas veces la palabra «kokoro»,
que normalmente se traduce por «espíritu». Pero este vocablo no se
puede traducir con un solo término, ya que, según los casos, kokoro se
debe traducir por «espíritu, sentimiento, sensación, sentido, pensamiento,
idea, significación, esencial, corazón, centro, núcleo», etc.
No obstante, después de utilizar estas diversas palabras para traducir
kokoro, siempre se tiene la sensación de que la traducción es
incompleta. Durante largo tiempo he buscado el porqué, hasta que
comprendí que Musashi empleaba las palabras basándose en una sensación
que los japoneses de aquella época, y en particular los practicantes
de artes marciales, conocían y compartían. En cierto modo,
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1Kenji Tokitsu, Miyamoto Musashi. Badalona: Paidotribo, 2007
LA CONCEPCIÓN JAPONESA
DEL KI
Pienso que la sensación corporal del ki está normalmente presente
en la experiencia humana, pero la forma de interpretar esta sensación
varía según la cultura. Por ejemplo, el carácter lógico está mucho más
desarrollado en las lenguas occidentales que en la lengua japonesa. En
las lenguas occidentales no hay una palabra equivalente a ki, lo cual
supone un grave problema de traducción. En japonés este término
abarca unas sensaciones e impresiones misteriosas, vagas, intangibles,
que despiertan algo del fondo de nuestro ser, que son producto de una
agudeza probablemente arcaica o inhibida. Este conjunto de impresiones
de difícil definición está presente en la experiencia cotidiana,
la literatura y las artes japonesas; cuando hay que nombrarlo, se dice
el ki.
La exclusión de estas sensaciones e impresiones de la superficie de
los vocablos me parece correlativa al desarrollo del carácter lógico de
las lenguas occidentales. El pensamiento racional probablemente se
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EL CONTENIDO DEL COMBATE
EN EL KENDO
Para obtener la clave del budo superando los obstáculos culturales es
necesario cultivar la agudeza de la sensación del ki y dejarse guiar en
amplitud y en profundidad por esta sensación, por medio de las técnicas
corporales de la lucha. El aprendizaje del kendo es el ejemplo de una
exploración del ki a través de las técnicas de entrenamiento progresivas.
En el kendo el practicante aprende desde el principio lo que es el
ki de un modo sencillo, por la expresión ki-ken-tai-ichi, que designa la
integración simultánea del ki, del sable y del cuerpo en la técnica del
golpe. A lo largo de los años el kendoka aprenderá cuán importante es
tomar la ofensiva durante el combate. Para lograrlo, uno de los métodos
fundamentales es el seme. Esta noción compleja merece una explicación,
dado que en la práctica el nivel de un practicante se refleja
directamente en la calidad del seme.
Seme significa literalmente «ofensa», en el sentido de una ofensa
hecha al espíritu, y no de un gesto ofensivo. Sin embargo, el seme con-
PRÓLOGO
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EL ESPACIO EN LAS ARTES DEL
COMBATE
Como hemos visto, el significado del término ki es más amplio que
el de «energía vital» por el que normalmente se traduce. Si nos limitamos
a su dimensión de energía vital, podemos concebir dos tipos de
actitudes corporales ante la sensación del ki.
La primera es la que usted puede tener cuando se contrae comprimiendo
la sensación de energía en el cuerpo. Usted contrae la parte
inferior del vientre concentrando ahí su atención, o bien, si ha profundizado
en el kárate, puede evocar la sensación experimentada
cuando efectúa el kata Sanchin o el kata Hangetsu, en los que usted se
llena de fuerza contrayendo los músculos. El objetivo no es simplemente
contraer el conjunto del cuerpo, sino integrar las tensiones
generales del cuerpo con la respiración a fin de constituir el cuerpo
técnico y energético.
En esta situación, en la que los músculos se movilizan en una fuerte
contracción, la sensación del ki es inmediata y clara; al mismo 
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EL KI, GUÍA DEL BUDO
Cabe señalar que precisamente en el momento en que el practicante
empieza a percibir profundamente el cometido del ki, su lucha
tiende a constituirse en un camino y en él aparece una verdadera conciencia
del budo.
¿Por qué?
Percibir vivamente el cometido del ki implica que un practicante
combata intentando «golpear después de ganar». No se trata de intentar
ganar asestando un golpe cueste lo que cueste, sino de dar un golpe
certero. Para un practicante, ello sólo será una victoria si golpea después
de ganar el combate de kizeme, es decir, después de turbar al
adversario hasta tal punto que éste sea vulnerable. Del mismo modo,
quien haya alcanzado un nivel avanzado sentirá que ha perdido antes
de recibir el golpe.
Se trata, pues, de construir un combate en el que la exactitud de la
sensación sea confirmada por un golpe dado con gran seguridad.
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EL MA, MATERIALIZACIÓN
ESPACIAL DEL KI
«Lo esencial del combate es el ma» es una frase célebre de las enseñanzas
de Ito Ittosai (siglos XVI-XVII), fundador de la escuela Itto-ryu.
Ittosai dice también:
«Si piensas demasiado en el ma, serás incapaz de reaccionar adecuadamente
al cambio. Si no piensas en él, el ma estará justo en una
situación móvil. Es por ello por lo que no debes unir tu espíritu al ma,
no debes crear el ma en tu espíritu. Hay que ser como el reflejo de la
luna sobre el agua. Si el espíritu está claro como el cielo sin nubes,
serás como el agua que refleja la luna, sea cual sea la situación…»
Como Ittosai, todos los maestros subrayan la importancia del ma.
Este término habitualmente se traduce por «distancia», «separación»,
«intervalo», «fallo en el espacio», pero también significa «intervalo
temporal», «flujo psíquico». Está estrechamente unido a la noción de
cadencia, puesto que ma significa también «intervalo entre las cadencias
». En la arquitectura japonesa el ma tiene un doble significado.
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CAPTAR Y DISIMULAR
Previamente a los intercambios técnicos, existe el combate de ki,
invisible a los ojos de terceras personas. Los kendokas de alto nivel
valoran esta lucha invisible, la del estadio que precede a los enfrentamientos
gestuales. En efecto, el combate más importante tiene lugar
cuando los competidores se sitúan frente a frente apuntando sus armas.
Sus ki interfieren el uno con el otro, lo cual se manifiesta por leves
movimientos del cuerpo y de las armas. Los espectadores no conocedores
del kendo encontrarán aburrida una inmovilidad aparente y prolongada,
mientras que los practicantes valorarán sumamente el intercambio
virtual de ataque y defensa: el combate de ki.
A los espectadores noveles les gustará ver que los dos luchadores
hacen movimientos de ataque y defensa. Pero el intercambio técnico
de los practicantes de alto nivel normalmente es breve, puesto que es
el resultado de un largo combate de ki. Por el contrario, los intercambios
técnicos de los jóvenes estudiantes de nivel medio o inferior, que
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EL COMBATE DE KI
De este modo, abriendo nuestra percepción al combate de ki, podemos
penetrar en el dominio mental del combate y, de ahí, concebir el
combate de budo.
A partir del momento en el que buscamos la cualidad del combate
por medio de la activación del ki, nuestra percepción del combate da
un gran paso adelante.
Si nos planteamos las preguntas más directas sobre la lucha: «¿En
qué situación su técnica de ataque da resultado? ¿En qué situación
falla? ¿En qué situación pierde usted? ¿En qué situación gana?», puede
intentar comprender analizando las situaciones correspondientes a
gestos. Pero jamás obtendrá una respuesta satisfactoria únicamente por
el análisis de los movimientos corporales, auque éste sea indispensable
para mejorar la calidad gestual, ya que los gestos son incontables y
usted no puede acceder al centro de los problemas a partir de unos ele-
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EL SENTIDO Y EL VALOR
DEL COMBATE
Ser capaz de efectuar el combate de ki ¿es sólo aumentar la eficacia
en el combate? Con toda seguridad, el desarrollo de la agudeza del
ki le permite luchar mejor, pero el hecho de ser capaz de luchar
mejor ¿tiene una significación distinta a la del combate? Si ello sólo
conduce a vencer mejor al adversario, no tiene más importancia que
un elemento de habilidad. Y en ese caso el combate de ki se sitúa
simplemente como una forma de combate sutil y de habilidad corporal.
Ahora retomaré y desarrollaré la idea que he expuesto unas líneas
más arriba desde una perspectiva distinta.
El seme es el acto de alterar el ki del adversario. Si logra perturbar
el ki del adversario, es decir, si lo consigue en seme, su ataque funcionará.
Si su ataque funciona sin efectuar el seme, es por casualidad. El
seme es el acto mediante el cual se obtiene una victoria segura.
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LOS MÉTODOS CLÁSICOS
DE DESARROLLO DEL KI
EN COMBATE
Es bien sabido que el combate de budo no es una abstracción. Está
orientado a buscar la eficacia. La profundización del combate mediante
el ki permite, por un lado, aumentar la eficacia y, por otro, practicar
a largo plazo, incluso durante toda la vida. En kendo no es raro
encontrar a maestros que practican hasta el día antes de su muerte,
desplegando grandes capacidades. En las artes marciales a manos vacías,
por ejemplo el kárate, es muy raro encontrar a un maestro que
practique el combate con más de sesenta años de edad. En cambio, en
una disciplina como el taiki-ken, en la que el ejercicio del ki es central,
el difunto Kenichi Sawai practicó el combate efectivo a manos vacías
con grandes aptitudes hasta cerca de los ochenta años, poco antes de
morir.
Pienso que el trabajo con el ki está presente, explícita o implícitamente,
en las disciplinas del budo en que los practicantes pueden recorrer
un largo camino al tiempo que mejoran sus aptitudes. En kendo el
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LA CONVERGENCIA DE DOS
ENFOQUES
El zen es inseparable de la práctica del za-zen, meditación sentada
en la postura del loto. En el sentido estricto del término la postura de
za-zen es un kata, con una postura única. El principiante y un gran
maestro adoptan la misma postura. Vista desde el exterior, es la misma
postura, pero el contenido es distinto. El contenido es la sensación física
y el estado mental, es decir, el ki. Efectivamente, el ki marca la diferencia
entre los principiantes y el maestro.
En este sentido, citaré un ejemplo.
Desde su adolescencia, Harumitsu Hida (1883-1956) busca un
método de fortalecimiento vital. Cuando ha conseguido la formación
de su propio método, piensa que el estado de su cuerpo y de su espíritu
corresponde al que se busca en zen. Para comprobar esta intuición,
se reúne con practicantes y maestros de zen, y escribe:
«Un día, por medio de mi amigo, el monje Asaka, unos veinte
monjes vinieron a verme. A petición suya, les di explicaciones sobre
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CONCLUSIÓN
El combate requiere práctica. A partir de la reflexión, se puede
enseñar la teoría o el sentido del arte marcial, pero sin la suficiente
experiencia las palabras no tienen grosor ni peso, aunque sean exactas.
En cambio, demasiado a menudo, en el ámbito de las artes marciales
la práctica parece bastarse a sí misma y los aspectos más importantes,
con un gran potencial, no se llegan a expresar o simplemente se pasan
por alto.
Mi punto de partida es el budo japonés. Me parece que incluye
elementos que permiten conferir sentido a la práctica contemporánea
de las artes de combate, superando las barreras culturales.
Desarrollar la práctica cualitativa del budo no es sólo un problema
japonés. He intentado poner de relieve elementos culturales que son
tan evidentes para los japoneses que rara vez afloran a la superficie de
su conciencia. Este procedimiento me ha sido posible sólo gracias a
la perspectiva de la cultura occidental. Mediante una investigación
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